Estudian las consecuencias de la flexibilidad laboral y el teletrabajo en la pandemia
Es evidente que la pandemia del COVID-19 generó un impacto profundo en el mundo del trabajo a nivel mundial. Las cuarentenas y los aislamientos sanitarios obligaron a las organizaciones a implementar abruptamente acuerdos de trabajo flexibles que les permitieron adaptarse rápidamente a los cambios. Pero ¿qué hay de la salud mental de los trabajadores?
Esta y otras interrogantes llevaron a los investigadores del Núcleo Milenio sobre la Evolución del Trabajo (MNEW)Mariana Bargsted, Jesús Yeves y Cristian Torres-Ochoa, a desarrollar un estudio para documentar la implementación de dos tipos de acuerdos de trabajo flexibles en la pandemia y sus consecuencias en la salud mental de los empleados a lo largo del tiempo.
Uno de ellos es la flexibilidad horaria, definida como “un ejemplo de flexibilidad temporal que permite a los empleados controlar sus horas de trabajo” y el otro, el teletrabajo, entendido como “un ejemplo de flexibilidad espacial que permite a los empleados cumplir con sus funciones fuera de los límites físicos de la organización, como trabajar desde casa”. Dado el contexto en la pandemia, el teletrabajo se consideró como una modalidad obligatoria,que requirió cumplir roles personales y laborales simultáneamente, con movilidad y espacio físico restringido.
Una combinación poco conveniente
A la luz de los resultados, los investigadores indicaron que la aplicación de la flexibilidad horaria generó efectos positivos en la salud mental a lo largo del tiempo, gracias a una disminución de la sobrecarga de trabajo, pero sólo en aquellos empleados que no realizaron teletrabajo.
También detectaron que el uso combinado de la flexibilidad horaria y el teletrabajo, no generó beneficios adicionales para los empleados. De hecho, con el tiempo, el teletrabajo mitigó los efectos positivos de la flexibilidad horaria en la sobrecarga de trabajo. “Cuando los trabajadores tienen control sobre cuándo realizar su trabajo, la incomodidad generada por la sobrecarga de trabajo disminuye. Sin embargo, debido a su aplicación obligatoria durante la pandemia, el trabajo remoto generó una serie de consecuencias diferentes a lo esperado”, señala el informe.
Demandas v/s recursos
Asimismo, los investigadores señalaron que, aunque la pandemia precipitó la implementación de los acuerdos de trabajo flexible, es probable que el futuro del trabajo continúe avanzando hacia esta modalidad. De ahí radica la importancia de realizar este tipo de estudios que pueden proporcionar a las organizaciones una conciencia de las consecuencias positivas y negativas de este tipo de acuerdos y ayudarles a tomar decisiones para abordar su implementación.
Los resultados también ilustran la importancia de establecer un plan informado antes de la implementación de estos acuerdos, a fin de proteger la salud mental de los empleados. En ese sentido, señalan que, tal como recomienda la Organización Internacional del Trabajo, “podría ser útil llegar a un acuerdo mutuo con los empleados sobre la aplicación de estas modalidades, ofrecer grados de autonomía y control sobre su trabajo, reconocer que se necesita tiempo fuera de línea (conexión a internet) y proporcionarles los recursos físicos, tecnológicos y educativos necesarios para el desempeño adecuado de su trabajo”.
Finalmente, se recalcó que para maximizar los efectos positivos de la implementación de los acuerdos de trabajo flexible, las organizaciones deben ser capaces de identificar y equilibrar las demandas de trabajo y los recursos a los que están expuestos los empleados. “Por ejemplo, al implementar el teletrabajo, las organizaciones pueden proporcionar a los empleados recursos como altos niveles de control y autonomía y ajustar demandas como una alta sobrecarga de trabajo y de este modo evitar consecuencias negativas para los empleados”.
El estudio denominado “Work schedule flexibility and teleworking were not good together during COVID-19 when testing their effects on work overload and mental health” fue publicado en la prestigiosa revista Frontiers y está disponible para su consulta en el sitio web del Núcleo Milenio sobre la Evolución del Trabajo, donde además se pueden encontrar otras investigaciones asociadas al futuro del trabajo.